Levantaron ciudades, lideraron batallas. Sin embargo, cuando
parecía que el hombre ya había tenido de ellos todo lo naturalmente necesario
para su supervivencia, siguieron siendo esclavos, mano de obra barata,
entretenimiento bárbaro, carro para los pobres, caballo de polo para el rico,
hasta extras infatigables en Hollywood. Nunca una jubilación digna ni gracias
por los servicios prestados. Caballo viejo o caballo joven fuera de servicio, su
vida es “útil” hasta el fin: carne directa para el matadero.
Desde que el hombre existe, el caballo es su esclavo natural y eso no ha cambiado con el transcurso de la evolución. Mucho se ha hablado de la nobleza del caballo y muy poco de su condición de ser.
Desde que el hombre existe, el caballo es su esclavo natural y eso no ha cambiado con el transcurso de la evolución. Mucho se ha hablado de la nobleza del caballo y muy poco de su condición de ser.